LA RESPONSABILIDAD (II)

Inquietudes 13 junio de 2008

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La responsabilidad (II)

Por JUAN FRANCISCO PEREZ MERCADO

 

La responsabilidad antecedente es condición de posibilidad o requisite sine qua non para ejercer la libertad de querer o libre albedrío. Porque una persona que no conoce las fuerzas anímicas que pueden determinarla, no puede controlar y canalizar esas fuerzas para realizar un acto racional, es decir, un acto libre y por ende moral.

 

Evidentemente, la responsabilidad antecedente es mucho mas importante desde el puntodevistapsicológico, moral, pedagógico y formativo, puesto que las personas deben aprender que ellas tienen capacidad psicológica y cognitiva para conocer los fenómenos internos que por si solos tienen poder para determinar sus acciones, y capacidad racional y volitiva para decidir o disponer Ia superación de dichas fuerzas, logrando asi realizar actos libres que contribuyen a su felicidad y a la justicia de sus actos, entendida Ia primera como el bien mirado desde la perspectiva del conjunto de su vida entera. Empero, en los ámbitos político y jurídico, es mucho más importante la responsabilidad consecuente, porque sobre ella se edifican las sanciones y las penas por los actos antijurídicos, los cuales se imponen bajo la presunción de que el acto fue un acto libre, mas exactamente, consciente y libre.

 

 

El otro tipo de responsabilidad es la responsabilidad congruente, la cual se refiere a la armonía que debe existir entre los actos de una persona y sus propios planes de vida. Como es obvio, una persona que hace planes para su vida tiene el deber de realizar actos que favorezcan o faciliten el cumplimiento de tales planes y no actos que alejen o impidan su realización. En otras palabras, cada persona debe ser congruente en sus decisiones y actos, y tiene Ia responsabilidad de serlo, esto es, las personas tienen responsabilidad congruente.

 

 

 

En conclusión: como se echa de ver, la facultad o don de la libertad de querer, libre albedrío o libertad interior que tiene el hombre, genera de modo necesario la responsabilidad, tanto la responsabilidad consecuente coma la responsabilidad antecedente y Ia responsabilidad congruente. En eso se funda la afirmación de que la libertad y la responsabilidad son las dos caras de una misma moneda: la moneda del acto humano.