REESCRIBIR EL GUIÓN
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Inquietudes-23 DE NOVIEMBBRE DE 2007 |
Reescribir el guión
Los humanos somos seres que aprendemos. Aprendemos gestos, actitudes, actos, hábitos,
costumbres, ideas, creencias: en una palabra: aprendemos conductas. En cada uno de los roles que desempeñamos existen guiones dictados por la sociedad que nos son enseñados en el proceso de socialización y
tambien a través de Ia educación.
Estos guiones son aprendidos por nosotros y constituyen el modelo de nuestro comportamiento.
Como en el arte dramático, en la vida representamos
un personaje, pero ese personaje somos
nosotros mismos. Es decir, cada
persona se representa a sí misma en el
papel vital que desempeña, orientada por el guión, que recibe la influencia del
carácter idiosincrásico del actor y que
recíprocamente deja su huella en éste.
Algunos de los guiones que hemos aprendido dan lugar a conductas inconvenientes para nuestra vida. Lo evidende es la conducta, al menos para los otros, y para nosotros son los resultados, algunas veces dramáticamente evidentes. Tales guiones son inconvenientes porque no armonizan con los valores y principios éticos descubiertos por los hombres y que brotan del análisis de la razón humana sobre su propia naturaleza.
Estos valores y principios han regido y rigen en toda
sociedad que ha perdurado y
progresado, y su ausencia ha sido una constante en aquellas sociedades que han fracasado en su misión de contribuir al desarrollo de las potencialidades
humanas y al logro de la felicidad de sus
miembros. "Los principios son
verdades profundas, fundamentales, verdades clásicas, denominadores comunes; son hebras estrechamente entretejidas que atraviesan con
exactitud, consistencia, belleza y fuerza la trama
de la vida"... "Los principios
gobiernan la efectividad humana, (son) leyes naturales de la dimensión humana que son
tan reales, tan constantes y que indiscutiblemente
están tan “allí” como las leyes de la
gravitación universal en la dimension
fisica"... "La 'realidad objetiva', o el territorio en si, está compuesto por principios 'faro' que
gobiernan el desarrollo y la felicidad humanos: leyes naturales entretejidas en la trama de todas las sociedades
civilizadas a lo largo de la historia,
y que incluyen las raíces de toda familia
e institución que haya perdurado y prosperado. El grado de certeza con que nuestros mapas mentales describen el territorio no altera su
existencia" (Stephen R. Covey).
Ejemplos de estos principios son: la rectitud, la
integridad, la honestidad, la dignidad
humana, el principio de potencial, el principio de crecimiento, la paciencia. Pues bien: debemos reescribir esos guiones que dan
lugar a conductas inconvenientes. Para
ello hemos de usar nuestros dones de la autoconciencia, la conciencia moral y la
imaginación. Mediante la autoconciencia descubrimos los dones errados que sirven
de modelo y guía de nuestras conductas; a través de la conciencia moral
realizamos contactos con los valores y
principios éticos que gobiernan a la actividad humana, y además, identificamos
las más profundas inclinaciones éticas inscritas en nuestro interior, y por
medio de la imaginación creamos posibilidades de desarrollo, crecimiento y servicio
basados en nuestras propias potencialidades. De este modo estamos en capacidad
de reescribir los guiones que otros nos dictaron y que dan lugar a conductas indeseabes.
Así transformaremos nuestro carácter, cumpliendo nuestros deberes de seres libres
y responsables.
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