LA ÉTÍCA PROFESIONA L (II)
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La
ética profesional (II)
Como resultado de la
ética reducida al análisis del lenguaje -la metaética- y del temor a prescribir
que invadió a los éticos por causa de la obsesión por la neutralidad
y la objetividad -imposibles de obtener en la filosofía-, el público) dejó
de interesarse por completo en la ética, pues, como dice Adela Cortina,
"Los moralistas podían decir cosas discutibles e incluso irritantes
pero, por lo menos, decían algo que se podía discutir o podía irritar,
mientras que los éticos se enredaban en interminables análisis de términos,
juicios y razonamientos, de los que un ciudadano normal no sacaba más
claridad, sino un solemne aburrimiento y, aunque resulte curioso, todavía
más confusión. Con lo cual la poca clientela que podría interesarse por
estos asuntos acabó dejando la tienda vacía".
Por fortuna, pronto surgió el cansancio entre los seguidores de la
metaética, ante la evidencia de que "no hay ningún saber humano en el
que no introduzcamos valoraciones". Además, la orientación de la ética en
el comportamiento de las personas en los diferentes ámbitos de la
actividad humana organizada fue constituyéndose en una necesidad cuya
satisfacción es imprescindible y se hace cada vez más apremiante, debido a
sucesos como el escándalo político de Watergate, el fraude económico de Enron,
el abuso social de la empresa alemana que vendió a sabiendas leche
radiactivada en el Tercer Mundo; y como las prácticas de la
corrupción política, la endogamia universitaria, la destrucción
del medio ambiente, el negocio de la guerra, los experimentos científicos
y técnicos con seres humanos, entre otros. La orientación ética en estos
ámbitos es, entonces, suministrada por la ética aplicada.
Antes de seguir adelante es necesario repetir que la ética aplicada
implica, como su nombre lo indica, la aplicación de la ética -a secas- a
filosofía moral, con su Ética individual o general y su ética social o
especial. Esta rama de la filosofía permanece viva, vigente, intacta, sin
las desviaciones de la metaética y de la pretendida neutralidad valorativa, y
"rebosa salud". Su lozanía, coma dice Cortina, le viene de
haberse atrevido a salir de las aulas y anaqueles para andar por la calle
orientando moralmente a la gente en sus actividades organizadas a través de la
ética aplicada, con los principios descubiertos en las aulas mediante sus
reflexiones. Pero, además, es tanta la importancia de la ética o filosofía
moral general, que puede decirse sin lugar a dudas que ninguna persona
podrá practicar idóneamente su ética profesional ni ninguna otra ética
aplicada, si no practica adecuadamente la ética individual o general. Porque
antes de ser un profesional o un practicante de cualquier actividad
organizada, un hombre es una persona, es decir, un sujeto moral individual.
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