LA PROACTIVIDAD (I)

Inquietudes- 23 de enero de 2009

La proactividad (I)


Por JUAN FRANCISCO PEREZ MERCADO

Con este tema inicio mis actividadescomo columnista de EL MERIDIANO de Cordoba, privilegio que conservo gracias al generoso consentimiento de su Director. Entre otros temas que he barajado para ser tratados en mis primeras columnas del año, la proactividad me ha parecido el más apropiado, por la relación fundamental que tiene con los propósitos de cambio que la gente busca realizar en el nuevo año.

   El término proactividad se puso de moda a partir de su empleo por parte de Stephen R. Covey en su best seller Los 7 habitos de la gente altatnente efectiva, donde lo señala como el primero y fundamental hábito. Covey afirma que la proactividad se opone a la reactividad y define a aquella como la "capacidad de elegir la respuesta". Parece, sin embargo, que la interpretación que se ha generalizado del mismo restringió y trivializó su sentido, y como consecuencia hoy casi se le ha olvidado. 

   El hecho de que la palabra proactividad sea el antónimo del vocablo reactividad, debería servir para un entendimiento correcto del primero de los conceptos, pero paradójicamente tal oposición ha influido en su errada interpretación, especialmente en el campo empresarial.

   A mi juicio, lo que ha ocurrido es lo siguiente: todo el mundo sabe que las personas suelen reaccionar a los hechos, lo que en el ámbito de la administración de empresas sirve de base para Ilamar peyorativamente "apagadores de incendios" a los administradores que dedican casi todo su tiempo laboral a reaccionar ante los problemas cotidianos, que son numerosos en toda empresa, y por ello no tienen oportunidad para ocuparse de pensar, planear y crear, actividades propias de los buenos administradores. Aquellos son administradores reactivos o "apagadores de incendios", mientras que estos que se dedican principalmente a pensar en el futuro de la empresa y planean e innovan para lograr su progreso y permanencia en el tiempo, son administradores proactivos.

   En realidad, la anterior concepción no es del todo erró nea, porque, ciertamente, el administrador que realiza una acción con proactividad no es, en esa acción, reactivo, y por tanto no es un "apagador de incendios". Pero este no es el sentido con el cual Stephen R. Covey utiliza el término proactividad, ni tampoco este autor limita su ejercicio al ámbito de la administración de empresas. La definición que Covey da de dicho concepto es "la capacidad que tiene una persona para elegir la respuesta", lo cual le da una extensión muy amplia que permite su aplicación a todas las personas, sin importar la actividad que realicen ni el ámbito en el que actúen.

¿A que se refiere y en qué consiste esa "capacidad para elegir la respuesta"?

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