LA SEGUNDA NATURALEZA

 

-Inquietudes-14 de diciembre de 2007

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La segunda naturaleza

Por JUAN FRANCISCO PEREZ MERCADO

 

Hemos dicho, recordando a Bacon, que a la Naturaleza solo se le domina obedeciéndola. Se trata, desde luego, de la primera naturaleza, referida al hombre (instintos, reflejos, etc.); pero -decimos nosotros- a la segunda naturaleza (aprendizajes, paradigmas, actitudes, condicionamientos) podemos dominarla desaprendiendo el viejo y adquiriendo un nuevo aprendizaje.

 

    Pero esto es una conquista, y una conquista difícil, porque el viejo automatismo que ha sido desaprendido no desaparece y pugna por seguir dominando la conducta interfiriendo el proceso del nuevo aprendizaje, y solo después de un combate queda en estado de latencia. Es necesaria una vigilancia constante de la persona y una disposición permanente de su voluntad independiente para lograr que en cada momento apropiado el sujeto actúe obedeciendo la máxima "Primero lo primero" hasta lograr mediante la repetición que se afiance el aprendizaje del nuevo hábito.

 

En el tercer hábito "Lo primero" es realizar el fin en mente y por eso hay que hacerlo "primero", no obstante la fuerte oposición de la segunda naturaleza que nos impulsa a seguir haciendo lo que sabemos hacer e hicimos por mucho tiempo. Se requiere, pues, disciplina; el término disciplina viene de discípulo, que significa el que sigue una filosofía, unas directrices, un conjunto de valores o una meta. 

 

Para transformar nuestro carácter debemos ser discípulos de nuestro propio designio que estableció el fin en mente del segundo hábito. Recordemos que este fin solo es un plan, puesto que únicamente ha sido objeto de la primera creación, la creación mental, que es un acto de liderazgo personal en la propia vida. "Establecer primero lo primero" es la segunda creación, la creación física, que es un acto de administración de la propia vida.

 

Ahora bien: Como la vida humana implica el tiempo, el liderazgo y la administración de la vida implican el liderazgo y la administración del tiempo. Entonces, para adquirir el tercer hábito "Establecer primero lo primero", es preciso aprender a administrar el tiempo. Pero ¿el tiempo, puede ser administrado?