REFUTACIÓN A SARAMAGO ATEO (IV)

Inquietudes

 

Refutación a Saramago Ateo (IV)

Por JUAN FRANCISCO PEREZ MERCADO

 

 

La frase de Dostoiewsky según la cual "Si Dios no existiera todo estaría permitido", no se refiere, como parece creer Saramago, a que Dios interviene directamente en los actos humanos sino que alude a que la razón humana exige un fundamento absoluto para los valores morales, y el único fundamento absoluto posible es Dios; luego, perdido este absoluto, el hombre se orientaría por valores morales relativos que no tendrían la fuerza suficiente para superar la influencia de las demandas irracionales de sus apetitos sensibles cuando su satisfacción se opone a dichos valores.

 

Es evidentemente contradictorio negar la existencia de Dios y a renglón seguido decir que " Si Dios pudiera recrear los hechos desde el principio de su creación hasta el día de hoy, tendría que llegar a una sola conclusión: no ha merecido la pena. Los seres humanos no hemos merecido la vida”.

 

Es catastrófica -usando el vocablo empleado por el Nóbel-la sentencia de Saramago según la cual" estamos atrapados y sin salida", porque" nos equivocamos al tomar un camino lateral que nos ha traído hasta aquí". Ciertamente, el mal uso que hemos hecho de nuestra libertad personal o libre albedrío, nos ha llevado a una situación en la que millones de seres humanos sufren dolor, padecen enfermedades mortales y dolencias psíquicas, hambre, miseria, analfabetismo, abandono, destierro, desamor y desprecio, en contraste con la  opulencia de unos pocos, bajo el régimen de unas instituciones que lucen tan arraigadas y sólidas que parecen inamovibles e inmodificables y cuya esencia no permite esperar justicia en esta tierra. Pero la declaración que hace Saramago y que brota de una convicción profunda suya, de que "estamos atrapados y sin salida ", revela desesperación y desesperanza y un reconocimiento del fracaso del hombre.


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