LA LIBERTAD EN COLOMBIA III

 

Inquietudes 30 de mayo de 2008

La libertad en Colombia (III)


Por JUAN FRANCISCO PEREZ MERCADO

 

La dirección del acto por parte de Iainteligencia y la voluntad es una necesidad que arraiga en la estructura moral del hombre, pero si la persona no ha cultivado y desarrollado su capacidad natural de libertad de querer o libre albedrío mediante la socialización, Ia educación y los esfuerzos y entrenamientos personales, no podrá controlar y canalizar con su razón las fuerzas de sus apetitos irracionales que brotan de su dimension interna. Entonces, su libertad de hacer,que tiene unos límites impuestos tanto por las finalidades de la libertad concedida, como por la naturaleza de las cosas y por los derechos de los demás, será ejercida con quebranto de estos límites, es decir, abusivamente.

 

La enseñanza, la difusión, la promoción, el fomento y el cultivo de la capacidad natural para la libertad de querer que tienen los seres humanos, es responsabilidad de Ia familia, el Estado, la escuela y la sociedad civil; y, por supuesto, de cada persona a partir de la adolescencia, que es la edad en que se comienza a tener la discrecionalidad de juicio y la capacidad de autodominio y autodeterminación necesarios para ejercer la libertad de querer. Pero si el concepto de libertad de querer no figura en los esquemas mentales de quienes integran las mencionadas instituciones, y por lo tanto está ausente de susdiscursos y sus acciones, hijos, discípulos y ciudadanos obrarán determinados por sus impulsos, haciendo uso de las permisiones de las libertades de hacer, sin conciencia de los límites de sus derechos y sin desarrollar nihacer uso de su capacidad moral de autocontenerse, autorregularse, autodominarse, autodirigirse y autodeterminarse. Con mayor razón no podrán realizar los esfuerzos necesarios para cumplir sus deberes, porque éstos, en contraste con los derechos, no son placenteros, yentajosos ni privilegiados, sino que suelen ser cargas o imposiciones que exigen sacrificios. Como resultado, las normas morales y jurídicas se tornan ineficaces, perturbándose el orden social y destruyéndose la democracia.

 

 

Respecto a la situación de las dos libertades en Colombia, este es nuestro diagnóstico: Tenemos multiples libertades de hacer, como consecuencia de vivir en un Estado Social de Derecho. Pero la libertad de querer o libre albedrío de los colombianos tiene un bajísimo nivel de desarrollo, por causa de la deficiente educación etica, moral y psicológica que recibimos de parte de todos los agentes educativos.

 

 

A nuestro juicio, esta relación asimétrica de las dos libertades está en la base de nuestra crisis cultural, cuya causa primera, como hemos venido diciendo, es de carácter moral.

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