PRESUNCIÓN DE LIBERTAD
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-Inquietudes-21 de septiembre de 2007 |
Presunción
de libertad
Por JUAN FRANCISCO PEREZ MERCADO
Con mucha frecuencia el
hombre realiza actos no libres que son determinados por habitos malos-vicios- que integran la llamada segunda naturaleza, por lo cual podemos englobarlos en el concepto de tendencies o inclinaciones, respecto de las cuales,
por falta de aprendizaje del ejercicio de la libertad, la razon no puede ejercer el dominio necesario
para realizar actos libres.
Estos
actos viciosos no son libres, porque no han
sido determinados racionalmente, que es la única determinación que la libertad
admite. No obstante, estos actos son aceptados como actos libres por los sistemas normativos, porque no encajan en las
salvedad es o
excepciones generales relacionadas con patologías, errores o fuerzas insuperables o invencibles que hayan influido en la inteligencia o la
voluntad del sujeto.
Ejemplos de estos actos realizados por hábitos son aquellos aprendidos por los niños que han sido
educados autoritariamente y cuya singularidad, por
tat razon, ha sido aplastada hasta el punto de hacerles
imposible, al llegar a la edad adulta, el ejercicio de la
libertad. Estas personas padecen de
miedo a la libertad y por tanto no pueden
realizar actos libres.
Es evidente
la contradicción entre el principio de libertad en que descansan los sistemas normativos, y la imputación y el reproche que al aplicar las
normas se hace de un acto prohibido por ellas, a un
sujeto quo al obrar por hábito no era libre al momento de
realizarlo. La paradoja podría
justificarse por el fin que tales sistemas persiguen, cual es el de establecer el orden en sus respectivos ámbitos, pero a mi juicio, se trata
en el fondo de una antinomia
existente en la naturaleza humana, pues somos seres libres pero al mismo tiempo somos también) seres determinados.
Con todo, mientras para actualizar y desarrollar la capacidad de
libertad debemos aprender a ejercerla, para que seamos determinados no necesitamos hacer nada,
salvo omitir el esfuerzo de aprender a
ejercer la libertad y no superar el temor de realizar un acto libre.
Parece que
esta omisión y esta falta de
valor son el fundamento del reproche y la imputación de los actos que no son libres. Dicho de otro modo: los sistemas normativos imputan y sancionan o
castigan ciertos actos que no son libres, bajo la presunción
general de que el hombre es un ser libre. Estos
actos no libres son producto de
habitos malos -vicios- que automatizan la conducta, pero no son admitidos
por los sistemas normativos como
excluyentes de responsabilidad. Por lo
cual yo postulo que la razon para que estos actos sean imputados a un sujeto es que este no hizo el esfuerzo ni tuvo el valor de aprender a realizarlos con
libertad.
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