REFUTACIÓN A SARAMAGO ATEO III
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Refutación a Saramago Ateo (III)
Por JUAN FRANCISCO PEREZ MERCADO
Al referirse Saramago a su propia idea de que en un sentido general
su obra es una "meditación sobre el error", el Nóbel afirma
lo siguiente: "En un momento determinado en la historia de
la humanidad, no se cuándo ni como, tomamos un camino lateral que nos
ha traído hasta aquí. Nos equivocamos.
¿Estamos obligados a vivir como estamos viviendo? ¿Esta era la vida
que teníamos que construir? ¿Había otra vía, pero la
abandonamos? ¡Por que la abandonamos? Estas preguntas no tienen
respuestas, pero lo que no puedo aceptar es que la vida humana tiene que ser lo
que de hecho es". Finalmente, José Saramago resume su visión y
su sentir actual en dos palabras: "Estamos atrapados", "No
tenemos salida", "No hay salida".
Con sincera humildad y mucho respeto, refutaré a continuación la
fundamentación que el admirado portugués hace de su ateísmo.
La libertad personal o libre albedrío a que el Nóbel alude como
causa de las decisiones del hombre, negando la intervención de Dios en los
actos humanos esa libertad, digo, no es un fenómeno científico sino un
objeto de conocimiento filosófico, que por otra parte no implica la
inexistencia de Dios como creador o causa primera.
Luego, no es consistente el escritor cuando rechaza
la existencia de Dios por ser un
"absurdo" y carecer de "base científica",
fundándose en el argumento de que la causa de las decisiones humanas
morales es la libertad del hombre, puesto que esta es un fenómeno
filosófico y no científico. Esto configura la contradicción de que
Saramago no cree en Dios porque tal creencia no tiene base científica,
pero cree en la libertad o libre albedrío humano, no obstante que este es un
concepto filosófico que no tiene "base científica" y que por
consiguiente es "absurdo" según la lógica de Saramago.
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