LA PROACTIVIDAD (V)
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Inquietudes- 20 de febrero de 2009 |
La proactividad (V)
Por JUAN FRANCISCO PEREZ MERCADO
Stephen
R. Covey plantea la proactividad como el primero de Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, porque sin esta capacidad una persona no puede perseguir eficazmente ningún fin o ninguna
meta, ya que no podría autodeterminarse o autodirigirse
como un ser dueño de sí mismo. La conducta de un ser así sería el resultado de sus impulsos naturales, sean ellos pertenecientes a la primera o a la segunda naturaleza.
Es decir, que obraría siempre de la misma manera.
Precisamente por eso Covey hace seguir este hábito primordial del hábito de "Empezar con un fin
en mente", que ubica en segundo lugar. Solo puede perseguir un fin efectivamente, quien actúa con proactividad, es decir,
quien es capaz de "romper su orden simbólico interno y de proponer nuevos
modelos de pensamiento y acción", como reza
la definición de libertad que hemos citado. Este "fin en mente",
en el caso de los propósitos que suelen concebir
las personas en los comienzos de cada año,
debe estar constituido por las metas y
fines que la persona se propone alcanzar.
Como tercer hábito propone Covey "Primero lo primero", con el cual la persona
puede resistir las tendencias, tentaciones e impulsos de su naturaleza. Los hábitos, actitudes y condicionamientos
impelen al sujeto a hacer
siempre lo mismo, y para impedirlo y realizar acciones distintas, enderezadas al logro del "fin en
mente", es preciso que la persona tenga la
conciencia de la idea contenida en el
segundo hábito y la fuerza de voluntad suficiente para traducirla en
actos.
El cuarto hábito postulado por Covey es "Ganar-ganar",
el cual alude a la disposición que debe tener
la persona para ser justa en sus interacciones
con los demás, contrarrestando el paradigma
"Ganar-perder” dominante en
nuestra cultura. La injusticia se revierte
en último término contra el injusto, aunque
aparentemente le facilite el éxito.
Como quinto hábito el autor referido propone "Primero comprender y
después ser comprendido",
para oponer a nuestra tendencia
egoísta a querer ser comprendidos nosotros sin intentar siquiera comprender al otro
con el que interactuamos. Esta es Ia actitud natural de todos los seres humanos y constituye el primer obstáculo para los
acuerdos. Cuando nuestro interlocutor se siente comprendido, experimenta el deseo de comprendernos a nosotros tambien.
El sexto
hábito es "La Sinergia", que consiste en el milagroso fenómeno de producir
ideas mejores que las de cada uno de los miembros de un colectivo y superiores a la suma
de las de todos ellos.
Cuando
el logro de las metas y fines de una persona necesita de la cooperación de
otros para resolver problemas es conveniente encontrar fórmulas inteligentes
que sean superiores a las de las persona interesada, y resulta imprescindible
llegar a acuerdos con los implicados. Este ideal solo se consigue mediante “La
Sinergia”, que es una construcción colectiva.
Finalmente,
el séptimo hábito formulado por Covey es
el de “Afilar la Sierra”, metaforica expresión que alude a que los propósitos,
metas y fines de una persona requieren fundametalmente, de su estado de salud física,
mental y espiritual, el cual debe ser objeto de frecuentes cuidados y adecuados
ejercicios. La persona que se pone metas y fines es la sierra, y por lo tanto
ella debe ser “afilada”.
Resaltamos
que el hábito de la proactividad, que es el primero entre los 7 hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen. R.
Covey, es la condición de posibilidad de
los seis hábitos restantes. Del mismo modo, es imposible que una persona puede lograr
las metas y fines que se propuso para el nuevo año, si no adquiere este hábito,
es decir, si no conquista su libertad interior o libre albedrio.
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